domingo, 12 de febrero de 2012

Bombo y platillo.

Si dividimos el número de militares golpistas entre el número de familias represaliadas y a ello ... "Bah, da igual. No vamos a remover la mierda". Sí, eso dicen algunos. Los que la cagaron.

Los militares a la calle, a bailar la conga. Hoy los golpes de Estado se dan en las urnas, a bombo y platillo.

Lucky, de Radiohead, aquí.

jueves, 5 de enero de 2012

La noche del carbón.


¡Hoy es el día en el que seréis juzgados y juzgadas! ¡Los disfraces de satén, las capas, el carbón y los camellos ya están aquí! No, ¡no sólo esos camellos en los que estás pensando, pequeño Timmy, a los que tu madre les compra su medicina! Hablamos de esos tipos de Oriente, esos señores que ya tenían barba hace dos mil años, que rompen las cerraduras de puertas y ventanas y entran de noche en las casas a dejar regalitos a los niños. Terrorífico, ¿verdad? ¡Tranquilizaos! Son los padres. ¿Acaso un rey ha regalado algo alguna vez?

sábado, 31 de diciembre de 2011

2012.


Empieza el año con un impacto, un buen disparo. Estamos seguros de que, al menos esa masa gris que encerramos en el cráneo, recibirá un duro golpe. Un vaso de tubo, muchas ilusiones, las habilidades psicomotrices deterioradas y la misma basura de siempre. Feliz año 2012.

sábado, 24 de diciembre de 2011

FeliZA!dades.


No odiamos en absoluto estas fechas, y menos en comparación con los langostinos o los pavos. El Gobierno gasta cada año millones de euros en campañas de prevención de intoxicación por ácido úrico.

Y sí, nosotros también cenaremos marisco.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Vd. elige su billete.


Efectivamente, los ideales de la Revolución rusa eran maravillosos. El problema es que la Unión Soviética se convirtió en una empresa de viajes a Siberia o al Infierno, según la época del año y la oferta.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Words are not food.


Tras la opresión de la monarquía absoluta, la nobleza terrateniente y sus secuaces, aquellas palabras sonaron a música celestial. El problema es que las palabras no se comen, se recuerdan durante poco tiempo y el pergamino sobre el cual se escriben se empapa de sangre enseguida.